SI ( Detrás de las paredes ) - TELEPATICAMENTE - CUENTO -

 



TELEPÁTICAMENTE.

Ella sintió una mano en su hombro y con sus ojos aún cerrados, intentó abrirlos para voltear su cabeza a su izquierda, mientras sentía una voz que le decía: ¨ Hola.. Puede soltar su mano. Ya es muy tarde, necesita descansar! El doctor Gerardo Rodríguez, sabía que el amor incondicional de ella a su esposo, no cesaba esperando una recuperación de ese inexplicable coma profundo, en el que su esposo estaba sumido. Telepáticamente, te voy a encontrar, se repetía una y otra vez! Y allí una vez más, comenzaron los recuerdos de un amor tan potente que podría apagar la luz del planeta, desde el día que se conocieron. 
Era la tarde, de aquel 07 de diciembre de 2000 y por esos caprichosos caminos de la vida, un hecho fortuito ocurriría en sus vidas. Ambos nacidos en Avellaneda, tomaron el colectivo 33, hacia el barrio de La Boca. El objetivo era ver a SUI GENERIS, en un regreso que fue muy esperado por varias generaciones. Mariel pensaba que llegaría tarde al recital y con tanto apuro quiso subir el primer escalón, que resbaló y se cayó torpemente sobre la vereda. Al instante, un joven la ayuda a levantarse y le dice: ¨ Tenés que tomarte del pasamanos, te pudiste haber lastimado muy feo ¨. Y a ella esa frase tan conocida, tan " Sui Generis ", le retumbó en su mente como una señal de buena fortuna. ¨ Gracias, sos muy amable. Me llamo Mariel. Y vos ? " No hay de que! Soy Arturo, como mi abuelo. Un placer y que bueno que no te duele nada ¨. Y ambos siguieron viaje, hasta el estadio de Boca Juniors. ¨ Voy a ver a SUI GENERIS. Estoy re feliz! deslizó al pasar ella. Y él, sonrió: ¨No me digas, Yo también! Soy fanático desde niño y este fue mi sueño, el poder verlos reunidos otra vez, aunque sea por una sola noche! Juntos, se bajaron en la misma parada y se saludaron nuevamente, se dijeron sus telefonos de línea, porque en aquella época ( casi ) no había celulares, ni Instagram, ni Facebook, por lo que a pesar de la emoción, fue complicado para ambos el recordar esos números después. - Pero como era:? 4204-2231 o 4204-2233 ? - era la duda, que ni la guía telefónica luego pudo resolver.  Y  cada uno fue para una dirección diferente. Ella hacia el campo. ÉL hacia la platea baja, en donde pasarían horas de espera en su lugar, hasta que Charly llegó - tarde -y el recital empezó. 
Arturo yacía en su cama, en el Hospital Fiorito, él era un recolector de residuos y trabajando en la calle sufrió un desmayo, que lo llevó a estar semanas inconsciente. Ella tomaba su mano, cada día y nunca la soltaba, hasta la hora en que partía a su casa para descansar. Vivía por y para Él.
Aquella vez, en que fue a pagar la boleta de la luz al banco, Mariel nunca pensó que iría a visualizar en la fila del banco a ese joven apuesto, fanático de Charly García y Nito Mestre, con el que se conoció camino a un recital. Y casi como un grito desesperado, lo llamó: ¨ Arturo, acá! Soy Mariel! Él la escuchó y dejó su lugar en la fila inmediatamente. Se dieron un beso y un abrazo. Y desde ese momento, no se separaron nunca más. Mariel, que estudiaba para maestra jardinera, en muy poco tiempo se recibió y empezó a trabajar en los colegios públicos. Su sonrisa era un sol, que iluminaba la carita de los niños. Y su predilección eran los alumnos que tenían una condición especial. Con ellos tenía un trato más comprensivo y una paciencia infinita. Él continuaba transitando las calles de Avellaneda, recogiendo las bolsas de basura de los vecinos, pero siempre llegaba a su casa con mucha felicidad, para correr al centro musical a poner el CD del Adiós Sui Generis y ayudarla a preparar la cena de la noche. Intentaron ser padres, pero ni siquiera los tratamientos de fertilidad, pudieron lograr el milagro. Lamentablemente, la adopción de un niño tampoco funcionó. El joven extrañaba mucho a su madre de sangre y aunque Mariel y Arturo lucharon contra ese fantasma, en poco tiempo el niño retornó a su madre biológica.
Ella orgullosamente por la tarde, siempre tenía la casa aseada y la ropa de Arturo, pronta para ser utilizada y limpia. A él, le gustó siempre la repostería y por la mañana, le gustaba preparar unos exquisitos panes, buñuelos o suculentas facturas, con las que la agasajaba a su amor a la vuelta del jardín.
En ese momento tan doloroso, ambos planeaban un viaje cual luna de miel, ya que se casaron muy jóvenes y no pudieron hacerlo. Querían conocer BUZIOS, la tierra brasileña de generosas playas, bañadas de aguas color esmeralda. Ellos tenían todo listo para viajar, incluso los pasajes comprados. Pero el cruel destino, parecía golpear la ilusión de ambos. 
¿ En que frecuencia estás ? se preguntaba en sus sueños Mariel, que intentaba pensar en Arturo, al acariciarle su rostro. Parecía que lo lograría, parecía que hoy sería el momento en que despertaría. Casi sin saberlo una luz tibia empezó a iluminar su cara. Tenía un fuerte temblor en su cuerpo - como si estuviera poseído por una carga de electricidad veloz -, su respiración se agitaba y sus piernas se sentían más calientes que de costumbre, comenzaban a moverse involuntariamente . Ella sintió que los sonidos de una máquina que funcionaba al ritmo de un corazón, latían junto a ella y de repente su mundo se tiño de blanco radiante. Le costaba abrir sus ojos, hasta que lo hizo! Y en eso, una voz desesperada, se escuchaba lejanamente: ¨ Doctor, Doctor Rodríguez, ella está moviendo sus piernas y sus manos! Venga por favor! Habían transcurrido 400 días y 400 noches también. Mariel, observó por fin a Arturo enfrente suyo llorando, el milagro se había producido! Ella despertó de ese sueño profundo y a pesar de que las enfermeras intentaban separarlos, se abrazaron muy fuerte, dándose un profundo beso. Ella había regresado a la VIDA.

® Tu Corazón de Marquesina ( 2024 )

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