Víctor Heredia en el Teatro Roma: ¨La patria es un poema sin final¨ -Concierto a beneficio de la Fundación ¨Isla Maciel¨-

Víctor Heredia junto a su banda, presentó un repaso de su carrera con un show memorable a sala llena, en el Teatro Roma de Avellaneda y que sirvió para obtener donaciones por cada entrada, para la Fundación: ¨Isla Maciel¨.
El comienzo con: ¨El pueblo victorioso¨ es perfecto para trazar un puente con la realidad actual de algunos países sudamericanos, donde los ciudadanos expresan su descontento con las política neo-liberales de hambre y desocupación como ocurre en Ecuador y en Chile. 
¨Muchísimas gracias, que felicidad que estén aquí. Sencillamente porque la solidaridad, es una muestra perfecta de lo que en realidad somos. Me enorgullece que se hayan convocado, para colaborar con los que más necesitan. Gracias, de verdad por estar aquí en esta noche¨ fueron las primeras palabras del cantante que continuó con: ¨Mara¨ - delicioso duelo de pianos entre Babú Cerviño y Gabino Fernandez - con esa tierna historia de amor que quizás marca el amor, dejando al descubierto los rostros de los asesinos que siempre regresan, con un coro de personas que aman este y tantos himnos.
-Vientos Azules-
¨Supongamos que les digo que añoro otro país y quiero regresar. Hace tantos años que no sé, si es cierto que viví o solo lo soñé. Iba con mi padre sin hablar, rara vez hablábamos los dos. Nos bastaba con mirarnos a los ojos y callábamos. Vientos azules crecían en mí, vientos azules crecían en mí¨ la tremenda radiografía de nuestra historia en otro de los temas que golpean nuestros sentidos en esta noche, nos emocionan mientras Gustavo Lopez golpea con fuerza su batería, Ricardo Zielinski ¨acaricia¨ su bajo, conformando una base exquisita y hay un guitarrista como Panchi Quesada que no busca su lucimiento, se acopla a sus compañeros para conformar un sonido uniforme, pulido!
El sonido de una quena, surge desde las manos de Gabino en su teclado, el aire del norte envuelve la sala para ¨Encuentro en Cajamarca/Taki Ongoy¨ Las raíces de nuestra tierra tan bien reflejadas por Víctor en esta letra: ¨Caerá en la tierra, una lluvia sin fin. Un gran diluvio que apague el dolor, oh, oh de tanta muerte y desolación. Y fertilice nuestra rebelión. Ya nos quitaron la tierra y el sol. Nuestra riqueza y la identidad. Sólo les falta prohibirnos llorar, para arrancarnos hasta el corazón. Grita conmigo. Grita Taki Ongoy. Que nuestra raza, reviva en tu voz. Grita conmigo. Grita Taki Ongoy. Que nuestra América es linda. Y del sol¨ , sencillamente muy bueno!
¨Un día de gracia¨ levantó la voz de todos en un coro divino y luego Heredia preguntó: ¨Me dejan estrena una? Esta se llama ¨Amnesia¨ Ya dada a conocer en el recital por los 35 años de ¨Todavía Cantamos¨ de este año en el Gran Rex, no deja de sorprender como se ha instalado cómodamente entre los himnos de ayer. Una balada llena de melancolía, donde Panchi tiene un solo delicado con su guitarra y un pequeño sueño en el estribillo: ¨Y el mar es tan azul, grabado en nuestra piel La patria es un poema sin final¨ brillante.
¨Novicia¨ habla de la prostitución infantil -una melodía -algo dolorosa-  con el piano exquisito de Babú-, compuesta para ser cantada por Chico Buarque - uno de los artistas más grandes del continente¨ - en palabras de Víctor, que luego comentó que también la grabó Mercedes Sosa en su último disco: ¨Cantora¨.
¨En general suelo componer solo yo. Hago la música, o la letra. Pero descubrí con algunos compañeros de poder hacerlo. Lo hice con Babú y ahora con Gabino que es un gran músico -extraordinario- y de Avellaneda¨ -aplausos de todos- ¨El me acercó una maravillosa letra e hicimos este tema: ¨Parte del cielo¨. Con Víctor en voz y Gabino en piano, sus voces se complementan tan angelicalmente que crean un lamento cual tango arrabalero:  ¨Si pudiera volver a esos años de sol, cuando todo era puro y soñar. Me pondría otra vez, esta sed de amar, para ir sin pudor a pedirte. Que no dejes morir lo que el tiempo mató. Lo que yo me he aferrado al recuerdo. Que me vuelvas a amar, que no olvides jamás. Que alguna vez fuimos parte del cielo¨, hermosa!
La cadencia latinoamericana de ¨Dulce madera cantora¨ levanta el swing cuando Heredia canta y toca con una pequeña guitarrita - cual charango- y recorre con su voz los países de américa y una flauta desde los sintetizadores engalana el sonido general, -enormes Gabino y Babú, recreando los sonidos desde los pianos- excelente!

¨Esta canción la compuse en 1978. Cuando la estrené, estábamos haciendo el intento de una gira, porque nos bajaron hasta los carteles con Facundo Cabral, nos prohibieron apenas empezamos con él - pidió un aplauso- Fue justo el último que estaba en Argentina, antes de mi primer exilio. Así que la estrené en un pequeño café concert donde a escondidas tocamos con Facundo para 8 personas!  Y luego quedaron dos, al terminar la canción. Alguien la grabó y al volver del exilio, la gente la conocía y siempre es un orgullo para mí, porque aquella cinta que se grabó, empezó a correr clandestinamente y muchos compañeros la tenían como parte de su esperanza. Para mí, fue un orgullo cantarla como cuando no se pudo o con la democracia. O cuando la realidad se empeñe en ir en contar de nuestro pueblo. Con ustedes, ¨Informe de la situación¨. Mientras Víctor la presentaba, el piano de Babú nos iba anunciando que sí, que llegaría ese tema que una vez más - y como tantas veces- arranque lágrimas a este cronista, que hoy es acompañado -por su madre-. Como ayer, como hoy, es tiempo de levantarse, de pelear por nuestra patria, de liderar una revolución de fe, amor y trabajo, por los que no están, por los que estamos y los que vendrán. Es tiempo de elecciones, de buscar un país, como bien dice Víctor, aún hay trigo, empecemos a cosecharlo, lo necesitamos!
-Fogata de amor-
Tras una gran ovación y el ¨Vamos a volver¨ que es grito de esperanza y libertad, el cantante dijo: ¨Si me permiten voy a convocar a una de las más grandes cantoras de esta tierra. Hace apenas unas semanas atrás se cumplieron 10 años de la partida de Mercedes Sosa. Yo he tenido el gran privilegio de ser su amigo, como un segundo hijo de ella. Me quiero dar el gusto de hacer un rito, con ella y como siempre en los recitales, para que nadie se olvide que alguna vez tuvimos una cantante llamada: Mercedes Sosa¨ Víctor, la banda y la voz de ella, se lucen para una inolvidable: ¨Razón de vivir¨ que culmina con un coro gigante de todo el teatro en el final, momento emotivo si los hubo en esta noche!
Una puesta hiper profesional, muy buen sonido en una sala bella como lo es el Teatro Roma de Avellaneda y más allá del evento solidario, el recital bien podría ser un espectáculo de las más prestigiosas salas de capital como el Opera o el Rex, un verdadero lujo y regalo por parte del artista.
¨Ojos de cielo¨ otro de los temas más esperados, tuvo un comienzo hipnótico con el sintetizador de Gabino, la voz de Víctor firme y ese estribillo definitivo: ¨Ojos de cielo, ojos de cielo. No me abandones en pleno vuelo. Ojos de cielo, ojos de cielo. Toda mi vida por ese sueño. Ojos de cielo, ojos de cielo. Ojos de cielo, ojos de cielo¨ - con falso final- las palmas y las voces de todos no querían que esta canción termine, gran aplauso final!
Ese ¨Te amo, Víctor¨ de una nena chiquita arrancó la sonrisa del cantante, que contó la historia de como acompañaba a su padre a la estación de Paso del Rey y que llevaba en una caja los zapatos lustrados de su papá. En la estación vió a la gente pobre, a los 10 años, con el tiempo  lo olvidó, pero más grande al intentar escribir una canción de amor para una novia, compuso: ¨El viejo Matías¨ - la historia de ese hombre que se pone feliz cuando ve a los obreros bajarse del tren, pero que cuando quedaba sólo en el andén era ¨cuco¨ de niños y no tan niños. Tan cinematográfica - la letra y la música- que eriza la piel, que nos recuerda que afortunados somos al llegar a nuestro hogar y estar rodeado de nuestros amores y afectos. Nosotros no dormimos en cualquier parte, ni somos un fantasma errante, pero podríamos ayudar, a veces un gesto mínimo pueda aliviar a otro que lo necesite. Esa es la mejor enseñanza que nos deja este himno de Heredia.
¨Esto que voy a cantar ahora, es un poema maravilloso de Don Atahualpa Yupanqui. Su hijo encontró en un escritorio, después de la muerte de su padre muchos poemas. Hace 20 años produje un disco que se llamó ¨Yo tengo tantos amigos¨. Donde hubo muchos cantantes y yo me reservé el poema que se titulaba: ¨El  camino¨ y le puse una música¨ presentó la bella canción con un sonido de acordeón que surge de las manos de Gabino, mientras el piano de Babú y las guitarras de Víctor y Panchi llevan el timonel de una melodía entrañable. ¨Cuando la última flor del cerezo, haya caído. Amiga yo estaré muy lejos. Por el camino¨ una despedida con cierto toque de melancolía, hay amor, hay un adiós, quedó esta bella balada, cuanta dulzura!
La tierna historia de ¨Mandarinas¨ ahora trae la voz de Silvio Rodriguez, que además es uno de los invitados que está en los discos: ¨50 en vuelo Vol I y II¨  y luego, dedicada al movimiento femenino actual canta: ¨Bailando por tu sombra¨.
-Como la cigarra-
¨Tantas veces me mataron. Tantas veces me morí. Sin embargo estoy aquí resucitando. Gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal. Porque me mató tan mal y seguí cantando. Cantando al sol como la cigarra. Después de un año bajo la tierra. Igual que sobreviviente, que vuelve de la guerra¨ increíble versión cantada por Víctor, que no puede ni quiere compararse con la de Mercedes pero que uno - agradece personalmente, una emoción muy grande-, nos conmovió!
¨Mientras se fabriquen armas para la guerra. Yo pisaré los campos sobreviviendo¨ es una de las frases que los amantes de la música llevamos tatuadas en nuestra piel y nuestros corazones. Las imágenes impactantes en la pantalla de fondo, muerte, guerra, armamentos, dinero gastado en poder y destrucción nos obligan a replantearnos que mundo tenemos y hacia donde vamos. El hombre es el peor ser, por su avaricia, su afán de poder. Panchi toca un solo delicado de guitarra, hay un sonido a órgano -especial- gran arreglo nuevo para paladares gourmets del sonido - que este cronista disfrutó- y todas las voces cantando en el final ¨Sobreviviendo¨ y el saludo de los músicos ante una nueva ovación!
Los bises fueron dos: ¨Dulce Daniela¨ - muy pedida, en toda la noche por muchos fans- y la inmortal: ¨Todavía cantamos¨. Cada una representa todos los estados de animo que solo un artista inmenso para nuestro país, puede provocar en el pueblo. Del amor inocente de una hija, a la súplica por los seres queridos y que las flores vuelvan a ¨aromar¨ las calles. Si cada concierto de Víctor es una celebración, habrá que agregarle también que es una fiesta por la vida. Y está muy bien que así sea, él es tan nuestro como el dulce de leche o el colectivo. Simplemente es: Víctor Heredia, ¨nuestro cantor¨.

Nuestra calificación: Excelente ( 10 )
IIIIIIP 2019 GUSTAVO POSE.





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