Charly García en el Gran Rex ¿Cuantas canciones necesitamos para ser felices?

Charly García volvió a Buenos Aires anoche, para presentar nuevamente su espectáculo ¨La Torre de Tesla¨ , con un muy buen concierto -algo más breve-, en un Teatro Gran Rex colmado.

Seguramente hay muchas personas que pagarían lo que sea por asistir a un concierto de Charly García. La venta de entradas -que ya es costumbre- se hace pocos días antes de cada recital, tiene una demanda desbordante y algunos tienen la fortuna de poder repetir la experiencia y  otros -cientos, miles- se quedan con las ganas cada vez que toca. Volviendo a estas personas- los que no pueden verlo en vivo-, fans o aliados, lo más probable es que al cumplir su sueño, quizás no les importe la cantidad de temas o el tiempo, que el Ídolo pueda cantar o tocar, sinó la previa, el durante y el después de cada cita con la leyenda del Rock Argentino. 

Hace unas horas, Charly subió a las tablas del Gran Rex, para volver a presentar canciones de su último disco ¨Random¨ y algunas de su enorme trayectoria, en Diciembre pasado dió un show de 60 minutos que dividió las aguas entre los más fans y aquellos que por supuesto siempre le exigen más - porque se sabe, que puede- a su gran entrega en estos tiempos.

Tras haberse presentado en Montevideo, Uruguay en el festival Medio y Medio, de alguna manera un tanto casual y hasta  en formato zapada, el verdadero partido ¨por los puntos¨ arrancó en este 2019, anoche. Por lo que intentaremos contar como fue su performance y la del resto de sus músicos.

Todavía con el telón de fondo, se escuchan unos acordes en el piano y una voz muy bajita que tararea: ¨Cuando estés mal, cuando estés solo¨. El público inmediatamente reconoció a ¨De mí¨ y el saludo del rockero no se hizo esperar: ¨Es un mensaje de nosotros, para ustedes. Para todos ustedes¨ así nos puso la piel de faisán el volver a escuchar aquellos versos que ruegan: ¨Cuando me mires a los ojos y mi mirada esté en otro lugar, No te acerques a mí, porque sé que te puedo lastimar. Cuando estés mal, cuando estés sola, Cuando ya estés cansada de llorar, no te olvides de mí, porque sé que te puedo estimular¨ una de sus más bellas canciones tocada con ternura en piano y sintetizador junto a Fabian Von Quintiero.

Siguieron con la extraordinaria: ¨La máquina de ser feliz¨ que fue coreada por todos, mientras seguimos maravillandonos con las imágenes del film ¨2001¨ de Stanley Kubrick en las pantallas.

Quizás el sonido del comienzo haya tenido muchos graves que dificultaban un poco escucharlo, pero con el correr de las canciones su voz se irá aclarando.

¨El día que murió Gustavo Cerati, yo estaba en casa y puse un disco de Genesis al palo. Sentía mucha bronca. Y tenía una vecina que me empezó a tocar la puerta. Señora usted quién es, la policía? contó García como fue el nacimiento de su brillante canción: ¨Rivalidad¨ aquella que sentencia: ¨Nunca van a conseguir, cambiarme baby¨ mientras hay una platea que se mueve al ritmo de este gran funky, que siguió con la electricidad de ¨Otro¨, más eléctrica!

Quizás esta haya sido ¨La Torre¨ en la que menos se ha podido disfrutar del poderío escénico de Kiuge en sus solos de guitarra, mientras que Toño Silva - siempre atento en el golpe justo, con su batería- y Carlos Gonzáles Vázquez tocando con fina precisión su bajo, conforman una base que es como un auto con control remoto, un placer!

- El ¨Satisfaction¨ de García-

 El riff majestuoso en los dedos de Kiuge, levanta la temperatura con: ¨Cerca de la Revolución¨ -ese himno tan emparentado a Los Rolling Stones, por su mística-  que hace cantar a todos y hay un gran contrapunto de teclados entre Charly y el Zorro, muy bueno!

Llega ¨King Kong¨ esa historia de amor imposible en donde el enamorado le ruega a su amor: ¨Hey, no me mires desde el puente, ya volverás aquí¨ balada bella y sensual, donde Kiuge tímidamente acompaña la melodía con un pequeño solo en su viola.

¨El único video clip que hicimos del álbum. Quizás el último¨ confiesa Garcia, para presentar al enorme hit que es: ¨Lluvia¨ y que nos trajo esa maravilla titulada: ¨Random¨. Como hace tiempo, el dueto entre el cantante con Rosario Ortega funciona perfecto, aquí ella toma la voz principal hacia el final.  Ahora es ella la que lo necesita a él y no al revés. Original vuelta de tuerca, jugando con las voces!

¨Me pusieron whisky acá! Si Keith Richards no murió, yo tampoco! asevera García y habrá que creerle, cuando de pronto el riff tormentoso de Kiuge es un latigazo para presentar a: ¨No importa¨ y hoy más que nunca: ¨Estamos juntos ( él y nosotros ) en la prisión. El mundo es un patio de prisión, adonde querés ir? Acá la banda se vuelve dark. el sonido se endurece y hay una sensación de asfixia en una conjunción plena con la letra de un futuro apocalíptico, brillante!

¿La están pasando bien? Ahora va a venir Luis Miguel. Porqué nó? Si es un chico bueno! Charly sigue provocando la sonrisas de todos y vuelve a golpear con un tema, que si lo hubiese compuesto en estos tiempos provocaría un escándalo nacional- en estos venturosos tiempos modernos donde ¨el NO es NO¨ y el pedido de ¨Ni una menos¨ se hace cada vez más urgente: ¨Hey, papa frita. Qué vas a sentir, cuando no tengas milanesas que freir? Hija de puta, te voy a matar. Donde te encuentres yo seguro voy a estar. Voy a saltar adentro tuyo. Comiéndome de a poco tu orgullo. Saquen y eliminen a esta tonta de mi Rock and Roll YO¨ con una banda a pleno e incluso con Fabian Von Quintiero luciéndose con un sonido retro de un hammond delicioso, se rockea y canta hasta arder la garganta, como lo demuestra Rosario con su actitud bien power!

¨A estos asistentes los trajimos, de Venezuela. Todo el mundo se da cuenta lo que pasa, menos los que tienen que trabajar¨ reta a sus asistentes Charly dándoles severas ordenes.

-Él nunca toca la gente, con las manos-

Como en aquellas dos funciones en el Teatro Colón de 2013, donde volvió a cantar: ¨Parte de la Religión¨, Charly vuelve con una de sus gemas de aquel disco de 1987 y mientras las pantallas muestran los diferentes símbolos de credos en el mundo, los sintetizadores de Fabian y él mismo planean por el aire, recreando un momento sublime! ¨Es parte de la religión, mentir. Es parte de la religión matar. ( Hermano, camina, camina) lanza como un amigo de Dios, el propio Garcia, poniéndose del otro lado del mostrador! 

Quieren más Rock? Vamos, con: ¨No llores por mí, Argentina¨ y el Rex se vuelve un karaoke, una verdadera fiesta, donde el estribillo y como al pasar, si es que no escuchó mal este cronista lo cambia por (Me duele cada día más o me voy para el Uruguay ) por algo está comunicado con todo lo demás y Kigue repite el mismo final en la guitarra, que inmortalizó en 1982, David Lebón en el álbum en vivo: ¨No llores, por mí Argentina¨ de Serú Girán, aplausos!

El recuerdo para Mercedes Sosa, siempre llega de la mano de la extraordinaria: ¨Cuchillos´ y hay un abrupto final, donde la banda quedó casi en off side, mirándose si seguir o no seguir. ¨Muchas gracias por todo¨ saludó el músico, que se levantó ayudado por Rosario y se cerró el telón.

Hay una larga, angustiosa espera, la mayoría aplaude y grita por el artista, hay un sentimiento a final, quizás la torre de Diciembre está muy fresca. Se pasó tan rápido estos casi 50 minutos que han sido como un suspiro. En una opinión muy personal, -a lo mejor para este nuevo año el círculo más cercano podría sugerirle el incluir alguna canción diferente como: ¨Mundo B¨ por ejemplo lo que haría más completo el repaso de ¨Random¨-

Mientras se sucedía la espera, algunos cantos efervescentes siguen marcando el enorme descontento con el presidente Macri y aquel que reza ¨Vamos a volver¨ no sólo es una toma de decisión política sinó también un ruego implícito para que Charly vuelva a salir. 

-Bonus Track/ Paralizando la Tierra-

Tras el viejo y querido canto de: ¨Borombom, borombom, esta es la banda de Say No More¨ o el emocionante: ¨Pan y vino, pan y vino, pan y vino, el que no grita García, para que carajo vino¨, el ruego se cumple y vuelve la banda con su líder nuevamente dispuesto a deslumbrar. 

Allá por el año 2000, en un mega concierto en Mendoza, Charly estrenó una canción con destino de hit: ¨El día que apagaron la luz¨. Finalmente grabada con el regreso de Sui Generis hacia fin de año, a lo mejor no tuvo la repercusión esperada, recordemos parte de la letra: ¨Llegará el día en que estemos juntos, haciendo todo para este mundo. Paralizando la tierra, el día que apagaron la luz¨, emocionante! Anoche quedó demostrado en la emoción de todos, que la canción vive en los corazones de los antiguos y nuevos fans. Una versión exquisita, inolvidable, que será recordada por mucho tiempo. 

Charly se calza la guitarra y parece no encontrar el sonido que quiere: ¨Ahora tengo el oído, obsoleto¨ que provocó la risa de todos en un auto/chiste sobre su increíble oído absoluto! El sonido se refuerza, hay un olor a aquellos recitales de 2002/2003, hay suciedad en esta versión, Kiuge vuelve a flotar con un solo contundente y Toño golpea fuerte marcando el compás. ¨Yo me quiero morir, no aguanto más estar aquí. Asesiname, Asesiname¨ esa eterna súplica del abandonado en el amor. Cómo seguir viviendo sin amor? En algún lugar de su mente, Spinetta pudo haberlo influido o quizás sea una locura propia de quien escribe esto!

El ¨grand finale¨ - que no sabíamos- llega con ese piano maravilloso de García, para cantar - en gran forma- y tocar: ¨Canción de 2 x 3¨ aquel himno que fluctuaba entre su presente en 1982 y su pasado. Si transcribimos la letra, quizás podamos entender esta actualidad suya: ¨No tengo nada que hacer, no tengo nada que dar. No encuentro la gracia en mi manera de hablar. No quiero volver nunca más. Todos podemos perder, todos podemos ganar, entre las sogas del circo y las trincheras del mal. No quiero olvidarme de hablar. Las pálidas figuras se acercaron hasta mí. Mi mente tuvo dudas y fingí que no las ví. Ya no quiero vivir así. repitiendo las agonías del pasado, con los hermanos de mi niñez. es muy duro sobrevivir, aunque el tiempo ya nos ha vuelto desconfiados. Tenemos algo para decir, no es la misma canción de 2 x 3, las cosas ya no son como las ves ( menos mal )  agregó al final el maestro. Y este fue el último himno con una performance de toda la banda, sobresaliente. Con Kiuge tocando su mejor solo de la noche, la mano de Fabian viajando al espacio en los teclados, Toño y Carlos manteniendo su base perfecta e inclusive Rosario con su voz, tomando el final de la canción.

Habiendo tenido la enorme fortuna de presenciar ¨2 Torres¨ anteriores, una con Billy Bond y la otra con David Lebón como invitados en esta misma sala, es probable y para ser justos, que este concierto esté un par de escalones debajo de aquellas, pero puedo asegurar que estas tres ultimas canciones pagaron largamente el precio de las entradas- además de aumentar un punto en la calificación-  y habrá que entender que hoy por hoy la nueva máxima say no more es clara: ¨Lo bueno si breve, dos veces bueno¨.

PD: Ya es un clásico que en cada final del concierto - el público - es el que cierra la noche, cantando las canciones que sabemos todos: Así se escuchó y cantó: ¨Inconsciente Colectivo¨, ¨Confesiones de Invierno¨ o ¨Canción para mi muerte¨ entre otras, para salir nuevamente a la calle. Afuera el mundo seguía su marcha, sabiendo que lo vivido difícilmente pueda repetirse y agradeciendo el estar un rato junto a él!

Nuestra calificación: Muy Bueno ( 9 )

IIIIIIP 2019 GUSTAVO POSE.