Los Grandes Recitales: Andrés Calamaro en el Teatro Gran Rex: ¨ El cantante que hemos venido a escuchar, pero nó a filmar ¨ - Gira ¨ Licencia para cantar, 17/12/2016.


 Andrés Calamaro brindó ayer, el cuarto y último concierto de su gira ¨Licencia para cantar¨ en el Teatro Gran Rex. Fue un show sorprendente, donde ¨El salmón¨ se sintió -valga la redundancia- como pez en el agua, en un formato acústico e intimo, por primera vez en su carrera.


Desde 2005, que por distintos motivos no pude reencontrarme con mi primo Andrés Calamaro, desde aquellos legendarios tres Luna Park, que junto a los músicos de la Bersuit, coronaron su retorno triunfal- tras largos años de silencio-, que luego tendría su broche de oro a fin de ese año, con Litto Nebbia de invitado en Obras.


Y sobre una puesta muy austera, casi minimalista en decorados y con luces muy tenues, Andres Calamaro comienza con su bellísima ¨La Libertad¨ con -PAPPO presente-, para luego hacer esa perla escondida que es: ¨Bohemio¨ y seguir con este arranque romántico con ese himno de Chico Novarro que se se llama: ¨Algo contigo¨. Casi como un pequeño, regalo hace una partecita de otra de sus grandes paginas ¨Soy tuyo¨en un inicio suave, delicioso.

-Antes venían a los shows con ¨porritos¨, ahora traen esos malditos celulares-


Este puñado de primeras canciones las hace detrás del piano del enorme German Wiedemer que sin dudas fue el héroe musical de la noche. Muy molesto con el público actual - como anoche- Calamaro durante todo este año ha llevado una lucha personal contra la tecnología, pidiendo y exigiendo que no saquen fotos, ni filmen en sus conciertos, para que el público vuelva a poner atención en el artista, la obra, disfrutar y escuchar las canciones, en un gesto romántico de otros tiempos que hemos vivido, pero que estas -nuevas olas- aceptan a regañadientes esta propuesta.



El Salmón, como se autobautizó desde el 2000, este hacedor de canciones pop, prosigue con un medley que recuerda a aquellos conciertos en la presentación de ¨Alta suciedad¨ en este mismo Gran Rex, allá por el año 1997, con dos canciones imbatibles: Su ¨7 segundos¨ de su grupo Los Rodriguez, que luego enlaza -con el clásico de Carlos Gardel- que es: ¨El dia que me quieras¨.


Con el apoyo en percusión del cordobés Martin Bruhn, siempre delicado en los platillos y las congas, más el contrabajo del español Antonio Miguel, que juntos le han dado una cadencia jazzistica, con mucho swing y pinceladas pop a las canciones de Calamaro, harán que la noche sea una delicia para las oídos, con los nuevos arreglos de muchos clásicos.

-Levantando la temperatura del Gran Rex-


Y en ese tono jazzero Andrés rescata otra perla de su disco ¨Honestidad Brutal¨ de 1999, que es: ¨Ansia en Plaza Francia¨. Por momentos sólo con la compañía de una pandereta o en algunos temas con una armónica, el cantante levanta el fuego con la asombrosa versión de ¨Quien asó la manteca¨ que motivaron los primeros aplausos del público al ritmo de la melodía, junto a las voces de los coros de Juan De Benedectis y Mariano Dominguez, gran momento, con falso final incluido!


Ahora hará un recorrido por el cancionero popular argentino, donde vuelve al tango con ¨Garúa¨ en una respetuosa versión, pero sin dudas Calamaro volvió a conmover con el bajo de Antonio Miguel, que marcó el pulso de ¨Milonga del Trovador¨ incluida en su anterior disco -Grabaciones Encontradas Vol 3- y que logró un clima de intimidad exquisito, un soberbio momento con una gran performance vocal del cantante.


Aquella ¨Copa Rota¨ de Los Rodriguez, hizo que los más viejitos le pidiéramos al -mozo- que nos vuelva a servirla, para sangrar gota a gota el veneno de su amor, en una versión muy bella y austera con respecto a la original.

-Viejos Amigos, Nuevos Amigos-



Tres para Triunfar: Calamaro, Pintos y Melingo.


Y es enorme la sorpresa cuando Andrés invita a subir al escenario a un -nuevo amigo- el artista popular Abel Pintos! Juntos hacen la maravillosa ¨Piedra y Camino¨ de -Atahualpa Yupanki- y el folklore se adueñó de la sala, con una belleza sonora increíble. Luego se suma un - Abuelo de la Nada- para recrear una formidable, deliciosa: ¨Himno de mi Corazón¨ con Miguel Abuelo Angel Peralta, presente desde el cielo, que fue acompañada con el coro del público, emocionante! Y habrá más: ¨Los aviones¨ en otra sorprendente versión jazzera - alejada del bossa nova original- con Melingo en el clarinete, para luego volver Abel Pintos y cantar juntos la exquisita ¨Crímenes Perfectos¨ que fue coreada por todo el Rex.


Es tiempo de ¨Grandes Exitos¨ y Calamaro tiene decenas. La banda se mueve al swing de ¨Tuyo siempre¨ con la velocidad de la original. Inolvidable el momento, cuando los musicos bajan -el tempo- a otro hit. Que permite redescubrir otra mirada a ¨Carnaval de Brasil¨ que sin dudas fue una total revelación - para mí- de una belleza extraordinaria, donde -El salmon tocó la armónica- acompañando a los coros del público. Luego el trio: Wiedemer, Miguel y Bruhn, vuelven a levantar las emociones de los presentes, para hacer aquella extraordinaria ¨Flaca¨- cantada notablemente por Andrés- dedicada a su ex pareja española Monica Garcia, con un Gran Rex, aplaudiendo a rabiar.


Suenan ¨Para no olvidar¨ de Los Rodriguez y ¨Estadio Azteca¨- increíblemente maravillosa, a pesar de no contar con las guitarras de la original- con un teatro que ya está decididamente volcado a disfrutar, a cantar, a sentir en la piel, el concierto. Sin dudas después de ese comienzo, muy serio - algo oscuro- cuando Andrés se enojó por los flashes, que lo hizo alejarse bastante de la gente - lo cual este extraño sabor amargo, me obliga a bajar un punto la calificación-. Con el correr de los minutos, las caras volvieron a sonreir , los cuerpos a moverse, y promediando el show la fiesta ya fue total, la alegría era de todos, arriba y abajo del escenario.

-Chau Buenos Aires, hasta siempre-


El cantante regala como primer bis: ¨Mi enfermedad¨ en la que deja cantar al público parte de la letra, mientras todos aplauden al ritmo de la melodía, seguidamente vuelve a pegar en el corazón con ese tecladito casi de juguete - que usó en algunas canciones- al que tiene entre sus manos para cantar una ¨Media Verónica¨ monumental, despojada, melancólica, que explica porqué la vida es esa cárcel, con las puertas abiertas¨ sin dudas, genial!



El verdadero final llega con ¨Paloma¨ donde la banda con su pericia, hace olvidar a las guitarras estridentes y Andrés la canta con una dulzura inaudita, acercándose más a un ¨crooner¨ como Sinatra, que a un brutal cantante de rock, brillante cierre.


Si, fué un ¨Concierto Unplugged¨, pero no como aquellos que nos acostumbramos a consumir desde MTV, sinó con la apuesta arriesgadísima de no contar con guitarras. Y esto es un gran triunfo para Andrés Calamaro, una jugada valiente y que en retrospectiva de todo el concierto, le ha dado otra envoltura a las canciones que hemos escuchado siempre, diferentes, pero muy bellas y en algunos casos extraordinarias, ojalá siga ¨El Salmón¨ tocando en teatros, la experiencia es distinta, muy distinta.

Nuestra calificación: Muy Bueno ( 9 ) puntos.

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