King Crimson en el Luna Park: ¨La bella historia de una cenicienta y un rey carmesí¨


King Crimson volvió a la Argentina, tras 25 años de espera, para presentarse en el estadio Luna Park y deslumbrar al público, con un show musical y asombroso en su primera fecha, del día martes 8 de Octubre. La banda repitió un segundo concierto el miércoles 9, con algunos cambios en la lista de canciones.

Hace muchos años, influenciado por revistas de Rock Progresivo que compraba, empecé con el trabajo de comprarme los discos esenciales de las mejores bandas. Allí empecé a asombrarme con la factura técnica de grupos como: Genesis ( en su época de Peter Gabriel como líder ), Yes, ELP, hasta llegar al disco debut ¨In the court of King Crimson¨ de 1969. Los escuché algún tiempo y me pareció quizás un material un poco difícil de asimilarlo - sería muy joven, quizás-. En una feria del Parque Rivadavia, luego conseguí de King Crimson, el título ¨Red¨ y desde allí no continué explorando su discografía. Grave error.

En el año 1994, no se me ocurrió ir a verlos en la experiencia que duró varias fechas en el Teatro Broadway. Quizás porque no tenía un ¨compañero¨ que me acompañara o porque prestaba atención a otro tipo de cuestiones musicales. Pero desde hace meses al salir a la venta las entradas para esta visita no lo dudé y pude con mucho esfuerzo adquirir una platea en ¨superpullman¨, para el día del debut del ahora ¨septeto¨ liderado por Robert Fripp.
Ya instalado, en mi platea de tribuna en Corrientes y Bouchard, pude por llegar temprano a las 2000hs, disfrutar del arte de Fernando Kabusacki al frente de sus cuatro guitarristas con: ¨The Coglan Proyect¨ y una cuidada selección de melodías - incluida una de Charly García, ¨20 trajes verdes¨, exquisito.
Como pocas veces, me fui ¨preparado¨ con todo un arsenal tecnológico: grabador, cámara de fotos, anotador y lapicera. Sí, debo reconocer que me sentía como una cenicienta. Ante tanta expectativa y escuchando los comentarios de los que más saben, no sabía como me sentiría bailando con un Rey Carmesí. Y vaya que la experiencia, valió la pena. Me permitió descubrir y asombrarme con un mundo musical totalmente nuevo para mis sentidos!  El pedido estricto de la banda de no tomar fotografías lo acaté sin chistar. Los lasers de los acomodadores apuntaban a cada brillo de pantalla que asomaba tanto en la platea, como en las tribunas. 
Sin pantallas, - con la atmósfera previa de un sonido a ¨campanas tubulares¨ y apenas con una luz azul en el telón de fondo y seguidores blancos sobre los músicos, que recibieron un aplauso formal, la banda se aprestó en el comienzo a mostrar el poderío de sus tres bateristas en el frente del escenario con: ¨Hell hounds of Krim¨ - quizás el primero de los bateristas sea: Pat Mastelotto - aunque nada de esto sea tan formal-, Jeremy Stacey - quién además tiene a su lado un órgano de mellotron y lo toca también, como dos teclados!- y la tercer columna de sonido en los parches es Gavin Harrison -de un ¨touch¨ más sensual y delicado-, juntos logran un contra punto en el cual suenan perfectos, los tres juntos o con delicadezas separados, tremendo!

¨Neurótica¨ fue la presentación en el canto y la guitarra de: Jakko Jakszyk -quién cuenta con una buena voz, afinada y clara- para acompañar musicalmente a las destrezas que recrea en la punta derecha del escenario el sr: Robert Fripp, - el alma de King Crimson- de un extremo perfil bajo durante toda la noche. Además el sobresaliente Mel Collins aporta su saxo para este lapso de potencia mayor en el que su sonido se funde con el ¨stick¨ de Tony Levin - quien hace fácil lo difícil- un monstruo, desde el centro mismo del escenario!

Fripp despliega en un intervalo, su maestría con el piano, para dar paso a una gran: ¨Suitable grounds for the blues¨  que comienza con un saxo y tres baterías bien en alto! ¨This it how it ends. All bitterness and bruising. How to soon descends, into victory and loosing. These are suitable grounds for the blues¨ arrasador el duelo de guitarras entre Fripp y Jakszyk.
La dulzura en el piano y saxo le dieron una bienestar muy bello a ¨Cirkus¨ que luego fue ¨in crescendo¨ con el aporte de la banda y con Jakko cantando muy bien, más un sonido que por momentos era como una nave espacial que volaba al espacio! 
-Rojo Carmesí-
Sin dudas y por la ovación recibida en el mismo inicio del riff de guitarra cuando empezó ¨Red¨ fue un momento esperado por todos. El saxo soprano de Mel, más las orquestaciones desde el mellotron de Stacey  dieron la pauta que todo era una explosión musical . Dos baterías que cortan el aire, más Tony Levin tocando el contrabajo eléctrico, llevando el sonido más allá - como pocas veces en el Luna Park, un sonido de primerísimo nivel, no es que no se puede escuchar bien, aquí?-, fantástico!
El sonido lúgubre de: ¨Epitaph¨ fue estremecedor. Conmovedor el trabajo vocal de Jakko quién canta como si tuviese 20 años con toda su voz, para acompañar a una melodía en el que las baterías se han calmado y hay un clima de sintetizadores que llevan paz, en este posible final. La letra quizás es bastante reveladora: ¨The wall on which te prophets wrote is cracking a the seams. Upon the instruments of deaht. The sunlight birhtly gleams. When every man is torn apart. With nightmares and with dreams. Will no one lay the alurel weath. When silence drowns the screams? Confusion will be my epitaph. As I crawl a cracked and brocken path. If we meak it we can all sit back and laugh. But I fear tomorrow, I will be crying. Yes I fear tomorrow. I will be crying. Yes I fear tomorrow. I will be crying¨ momento supremo - ya de varios en el concierto-.
El ¨groove¨ de las tres baterías en: ¨Drumzilla¨ debería ser analizado y estudiado por todo aquel que se siente detrás de los parches. El manejo de la melodía, los cortes y las conexiones entre los tres ¨bateros¨ es de una maravilla sin igual. Sobresaliente el trabajo de Pat, liderando el trío, para que sus compañeros: Jeremy y Gavin, se luzcan con algunos ¨rulos¨ sorprendentes, brindando a los presentes una verdadera master class!
La guitarra de Fripp, más melodiosa, más etérea, lleva en su punteo junto a Jakko y su voz, a una ensoñadora: ¨Moonchild¨  en donde el sonido de flauta por Mel, le brinda una calidez inusual, a una pieza casi ancestral, mientras que Tony Levin, vuelve al contrabajo eléctrico como un maestro y su vara, casi ordenando el camino musical a seguir, mientras su solo - tocado incluso con una vara de violín- es de una exquisitez indescriptible. ¨Cadenzae¨ fue otra maravilla y de la más nuevas.

¨Call her moonchild. Dancing in the shallows of a river. Lovely moonchild. Dreaming in the shadow, of the willow. Talking to the trees of the Cobweb strange. Sleeping on the state of a fountain, waving silver wands to the night-bird song. Waiting for the sun on the mountain. She is a moonchild, gathering the flowers in a garden. Lovely moonchild, drifting on the echoes of the hours. Siling on the wind. In a milk with gown, dropping circle stones on a sun dial. Playing hide and seek, with the ghosts of a dawn. Waiting for a smile form a sun child¨ Una letra bellisima, para una música superadora, en el mejor estilo de arte dramático, jugando con la historia en un piano exquisito que dejó en completo silencio al Luna!  Luego de una tremenda zapada,¨Larks tongues in Aspic ( Part IV)¨ ha sido también de una maestría inconmensurable, con mucho de química musical del jazz y solos de guitarra repetitivos, mientras que las baterías acentuaban los cambios de climas, brillante!
El cierre de la primera parte es con: ¨Islands¨ donde el saxo y el piano se adueñan de la canción, la banda retoma a un sonido más pulido y acabado, mientras que la voz de Jakzyk nos invita a soñar despiertos y como no olvidarse de este final maravilloso, superlativo: ¨Beneath the wind turned wave infinite peace. Islands join hands, Neathe heaven´s sea¨ mientras Mel Collins con su saxo y las baterías nos despiden hasta el intervalo. Todo hasta aquí ha sido de una maravilla, que estas palabras intentan narrar, pero sólo se explica con la música.

-El regreso del Rey-
Tras un intervalo de cerca de 20 minutos, que sirvió para aclarar las ideas un poco que nos quedaron en la cabeza, anta la abrumadora belleza musical de la primera parte, nos preparamos para más. Los más fanáticos hablan de un ¨set list¨ soñado y King Crimson, parece que dejó contentos a todos. El inicio de este segmento fue con: ¨Drumsons¨ donde los tres bateristas brindan otra clase de swing, desplegando una melodía incluso con olor ¨a batucada¨,  pero aquí con una potencia inusual, recorriendo incluso todos sus pequeños platillos, marcando un viaje hacia los antepasados más originarios en materia musical, grandiosos! La potencia de ¨Easy Money¨ fue Rock en su estado más primitivo. Vuelve la voz que ha sabido reemplazar a -John Wetton-, con mucha fuerza y personalidad - en este tema, forzando incluso su tono, para darle aún más carácter en el inicio de esta letra: ¨Your admirers on the street. Got to hoot and stamp their feet. In the heat form your phsique. As you twinkle my heart would break. When you doubled up the stake. With you fingers all a shake. You could never tell a winner from a snake. Easy Money¨ impresionante el contrapunto entre las guitarras, los distintos ritmos de las baterías y como si fuera poco en el medio de la canción el ¨falsette¨ de Jakko con gritos - cual auxilio, asfixiantes- que le dieron un entorno épico a este maravilla sónica.

Con un sonido de baterías más crudo, más sanguíneo - ese redoble casi final de las tres al mismo tiempo, me ha dejado sin aliento-, la temperatura arde en el Luna Park, cuando el grupo con: ¨Larks Tongues in Aspic ( Part 2) demostrando que pueden pasar de la canción formal a la instrumentación más radical, más rígida del rock más progresivo con riffs de guitarras poderosos, como un navaja filosa. Que ovación recibieron del público!
El regreso a esa maravilla de álbum debut de 1969, con ¨In the court of King Crimson¨ los muestra casi sin despeinarse, - sin haber saludado en toda la noche, ningún gesto ampuloso o movimiento que no sea para tocar su instrumento-.
Los sintetizadores logran un efecto tridimensional y Mel vuelve a tocar su flauta para darle un color especial al sonido, que tiene un bajo estupendo en Tony Levin, dueño de todo este segmento, maravilloso instante dentro de un concierto que no deja de asombrar y es que además nos reservaba un ¨falso final¨ delicioso!
¨I do remember one thing. It took hours and hours but. By the time I was done with it. I was so involved. I didn´t konw what to think. I carried it around with me for days and days. Playing little games. Like not looking at it for whole day. And then, looking at it. To see if I sitll Liked it.  ( Me gusta! ) cantó en castellano Jakko para una tremenda: ¨Indiscipline¨ que tuvo un comienzo hiperkinético con guitarras que rasguean y se quedan cortas en un riff, mientras que el uso del saxo delinea una zapada hasta el corte, en donde vuelve la flauta, para sumarse dos guitarras que tienen mucha acción en un riff , que de tan cerrado se muerde la cola en la melodía.
¨Radical Action 2¨  y ¨Last Tongues in Aspic ( part 5 ) son más muestras  del poderío sonoro de esta banda, que simplemente hipnotiza con la escucha de los vuelos armónicos que despliega desde un escenario que los tiene como protagonistas principales y una audiencia ¨confortablemente adormecida¨ .
¨Sundown dazzling day. Gold through my eyes. But my eyes turned within, only see. Starless and bible black. Ice blue silver sky. Fades into grey. To a grey hope that oh years to be Starless and blible black. Old friend charity. Cruel twisted smile. Ande the smile signals emptiness. For me Starless and bible black¨ La deslumbrante paz de ¨Starless¨ tuvo en la voz afinada - perfecta - de Jakko Jakszyk, acompañado de una trompeta tocada por Collins de un sonido tenue, que además permitió otra vez la abrumadora presencia del bajo de Levin, más los sonidos ínfimos en los instrumentos de percusión y un fraseo de guitarra mágico de Fripp, un telón que irá cambiando de azul a unas luces lilas, para desembocar en un ¨rojo profundo¨ -que angustia-, al compás de la música. Silencio absoluto en una audiencia, intentando captar todo con sus oídos y no perder detalle con su vista, para ver si realmente estos músicos son humanos, o seres luminosos de otro planeta, que logran que tu cabeza viaje al cosmos, sin dejar de pisar el suelo, admiración total para un final en donde el ¨encore final¨ de esta canción es demoledor. Aplausos de pié, de todo los presentes en el estadio!
-El final es, desde donde partimos-
Tras una breve intervalo de un puñado de minutos, King Crimson regresa para una más: ¨21 St Century Shizoid Man¨ el comienzo mismo del disco debut que acaba de cumplir 50 años, con un riff poderoso en ambas guitarras - que suenan como una topadora-  un saxo que tiene mucho de jazz en la construcción de la melodía, el bajo de Levin que construye paredes con las baterías, - especial el lucimiento de Pat- y un final apoteótico, por primera vez con la gente coreando el riff y la frase final que titula la canción. Una verdadera gema final que dejó a todos en éxtasis y con muchos repitiendo al otro día, mientras que quien escribe esta crónica con sus sentidos totalmente obnubilados bajó las escaleras, absorto en sus pensamientos. Fue monstruosa la jornada de música que nos regalaron estos hombres. Jamás pensé escuchar el famoso ¨Ole, ole ole Crimson¨ - estaba muy ocupado, intentando sacar una foto digna para esta nota- pero repasando el audio, fue verdad! Y caminando a la salida por Avenida Corrientes, pensé en la historia de Cenicienta, parece mentira que a mí también -me tocaron las 1200 de la noche-, volviendo a mi vida habitual, pero me quedé con el mayor tesoro en mi alma: la música. Viva el Rey. Viva Crimson!

Nuestra calificación: ( 1 ) Diamante.
© IIIIIIIP 2019 GUSTAVO POSE.
Agradecimiento de fotos en nota a: Mariana A Tira & Nacho Gump.








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