Depeche Mode en el Estadio Unico de La Plata: ¨Mucha música, sin sobredosis de TV¨

Depeche Mode sonó fuerte, crudo y más eléctrico que nunca en el Estadio Unico de La Plata, pero los inconvenientes técnicos, -al parecer imposibles de solucionar durante toda la noche- privaron a la mayoría del público, de poder apreciarlos a través de las pantallas gigantes.
Cómo escribir esta nota? Por primera vez, para este cronista resulta difícil por donde empezar! Esta fue la tercera visita de los prestigiosos Depeche Mode a nuestro país y sin dudas - tras un año de haber adquirido la entrada- esa cuenta pendiente de disfrutarlos en vivo, estaba a punto de saldarse. Los reyes del Tecno-Rock, que desde su postura más pop y simplista- en sus comienzos-, fueron evolucionado hasta nuevos limites incluso coqueteando con el Blues eléctrico, siempre son en todo el mundo, una banda a seguir y sobre todo en vivo, con un gran frontman como lo es Dave Gahan.
Tras la apertura del interesante set de Juana Molina, una mezcla de pop/experimental, en el cual su voz sonó demasiado chillona- o canta así?- tanto sola en el mic, como siempre tocando su Gibson, con dos músicos acompañándola y con un muy respetuoso aplauso general del público, la excelente introducción de ¨Revolution¨ de Los Beatles, ya nos ponía a punto a todos, para el primer tema que llegaría con unos tobillos y pies que caminaban - Depeche, rumbo al escenario?- y el primer golpe con ¨Going Backwards¨ - de su más reciente disco ¨Spirit¨-, para desembocar luego en la finísima y
excelente linea de sintetizador de: ¨It's no good¨ con la banda a pleno en un blanco y negro sensual desde las tres pantallas del escenario,  una central y dos a ambos lados-, hasta ¨Barrel of a gun¨ muy buena!
- Celebración Negra-
Y a partir de este momento, volvimos a los 70s, e incluso a shows de los 80s, donde los recitales en estadios grandes, eran para escuchar - desde la cabecera popular derecha, el sonido al menos fue óptimo- y sólo afortunados, que tuviesen las entradas mas caras, podían ver a sus Ídolos. En este caso muy bien, por aquellos que sacaron ¨campo vip¨ - en un precio cercano a los $3000- que al menos por su cercanía disfrutaron de la magia de Dave y sus muchachos, mientras el resto del estadio se conformó con escucharlos y adivinar por donde andaba el cantante en el escenario- imaginen lo que hemos  - sufrido desde el fondo del estadio-
Los temas impecables en su ejecución se fueron sucediendo: ¨Paín that I'm used¨, la machacante ¨Useless¨, ¨Precious¨, la bella¨World in my eyes´, la extraordinaria ¨Cover me¨- del disco nuevo- o la gran ¨Insight¨.
No se puede obviar una sensación: En ningún momento la banda o el cantante acusaron recibo de la reprobación que partía de mucha parte del público. Su idea, siempre fue seguir con el show, pase lo que pase - en lo personal, no me hubiese disgustado que pidieran parar, para comprobar la falla técnica y su posterior arreglo, lógicamente era otra decisión en cuanto al espectáculo-
Cuando fue el turno de ¨Home¨, hubo vida nuevamente en las pantallas, y pudimos al menos apreciar el carisma intacto de Dave, que se nota como las décadas de escenario lo han convertido en un gran performer, cantando luego ¨In your room¨ y la enérgica y nueva - corte de difusión del último album- ¨Where is the Revolution¨ en una notable interpretación.
Un grupo sólido que tiene a Martin Gore, en guitarras - excelso su trabajo durante toda la noche- , el otro miembro original Andy Fletcher, en teclados y sintetizadores, la energía desde la batería de Christian Eigner, más el aporte del bajista y tecladista: Peter Gordeno, - su gran especialidad en mantener el ¨groove¨ durante toda la noche- ayudaron a Dave a que el show continuara a todo ritmo.
-Y las pantallas se apagaron para siempre-
Gahan intentó mantener la llama encendida y por momentos lo logró, ahora ya no podríamos verlo, más que a su pequeña figura - que resaltaba cuando ingresaba a la pasarela y un seguidor lo iluminaba de cuerpo entero, allí comenzaron a sucederse los grandes hits: ¨Everything Counts¨, hermosa y con coro - quizás no muy alto-  del público, la enorme ¨Stripped¨ y ese himno tecno/pop que es ¨Enjoy the silence¨ que mereció un gran aplauso general. Esta parte terminó con la gran ¨Never let me down again¨.
Llega la hora de los bises y Martin Gore canta una fantástica versión de: ¨Strangelove¨, para levantar otra vez el ritmo con la frenética: ¨Walking in my shoes¨. Luego siguió una acelerada: ¨A question of time¨ - de lo mejor de la noche-  para desembocar en el ultimo tema del concierto: ¨Personal Jesus¨ un imbatible clásico de Depeche y la banda se retirase  aplaudida a los camarines, con un show notable de primer nivel en cuanto a su performance personal.
Ojalá no pasen tantos años, para que muchos de los que fuimos a verlos, podamos tener revancha. En un espectáculo moderno, en lo que hoy por hoy, todo lo multimedia, hace a un todo del show, sumando a la actuación de un grupo, uno se ha marchado del Estadio Único, con una sensación - en lo personal- de mucha frustración, ya que fue como escuchar un buen vinilo -el alma de la música-, con un gran equipo de sonido, pero nos perdimos el cuerpo del show.

PH Fuente La Nacion - Soledad Aznarez.
Nuestra calificación: Aceptable ( 5 )
IIIIIIP 2018 GUSTAVO POSE.

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